Las decisiones marcaron un antes y un despues en mi, no seguí siendo la misma Eve.

jueves, 22 de marzo de 2012

Hace unas semanas empece a ver esas miradas, empecé a sentir esas sonrisas. Empecé a sentir esas intriga por ese chico moreno que tanto me miraba y que tanto sonreía. Empecé a engancharme a esos tímidos besos que le daba. Empecé a apreciar esos mensajes que me mandas en las horas de clase, aún habiendo una separación de veinte metros. Empecé a ser feliz con solo verte por el pasillo, empecé a sentir más largos los segundos en los que me rozabas sin que nadie se diese cuenta.
Ahora sigo sintiendo todos esos momentos especiales, sigo sintiendo todas esas cosas que sentía al principio. Es extraño, pero nunca me había pasado esto. A las dos o tres semanas siempre había encontrado algún defecto de todos los chicos que me habían gustado, pero con mi morenito no pasa esto.
Me encantan esos ojos marrones, ese pelo moreno que tiene y la forma en que se lo peina, me encanta su preciosa sonrisa y las manos tan suaves que tiene, pero lo que más me gusta de todo es la forma en que me mira. Me mira a los ojos directamente, sin miedo a nada, nunca aparta la mirada y me encanta como lo hace.

lunes, 5 de marzo de 2012

La oscuridad de la noche ya no es la misma, ni el color del agua, ni si quiera es la misma sensación de todas las mañanas aparecer despirta en mi cama sola. La manzana ya no me parece tan amarga, ni el frio mañanero tan desagradable. Ni si quiera siento eso que sentía cada vez que veía Titanic o Querido Jonh. Ni el frío viento ni las películas de terror hacen que mi piel se escalofrie.
Atras quedó esa niña que soñaba con ser una princesa de cuento irreal. Demasiados azules me confirmaron no ser principes.